sábado, 29 de diciembre de 2018

Club 5 dedos Valencia

El club 5 dedos Valencia estaba ligado a la tienda de la franquicia del mismo nombre en la cuidad, pero la tienda cerró, y ahora se está convirtiendo en un grupo de amigos que compartimos una pasión.
Puedo estar un poco loco, pero el día 23 había una carrera en Picanya (a unos 6 km de Valencia) media y cuarta maratón; yo no estaba apuntado a ninguna, pero muchos del club sí. Para hacer grupo,  me hacía mucha ilusión salir de casa, acudir corriendo allí, estar entre amigos, y volver corriendo a casa: total, ¿qué importan 13 km más o menos?
Se está creando algo muy bonito, con un gran sentido de pertenencia, como si fuéramos una tribu.

domingo, 15 de abril de 2018

Síndrome de Gilbert y correr.

A fecha de hoy, y a falta de algunos análisis, parece que tengo diagnosticada una enfermedad hereditaria llamada Síndrome de Gilbert (que la padece, aunque la mayoría sin saberlo, en torno a un 5% de la población).
Según la wikipedia, esta enfermedad es benigna, y lo único que genera es mayores niveles de bilirrubina en sangre y "como mucho" alguna coloración amarillenta en los ojos y en la piel.
Una búsqueda más avanzada indica que esta enfermedad también genera otras cosas (aunque no están del todo estudiadas puesto que no genera mortalidad, al menos directa). Estas otras cosas pueden ser: cansancio, dolores de cabeza, bajada drástica del rendimiento intelectual. El "defecto" está en el hígado, que no es capaz de gestionar la bilirrubina al mismo ritmo que el resto de la gente.
Lo que sí está claro es que dormir poco, niveles altos de estrés y ejercicio físico alto o extenuante "disparan" los síntomas.

En mi caso, después de un momento de cansancio extremo sin causa aparente, fui al médico, y con los datos que tengo hasta ahora, todo parece indicar que la padezco.

Y ¿por qué hablar de esa enfermedad en este blog sobre correr minimalista o descalzo?, pues porque afecta de manera directa a la hora de realizar ejercicio físico.

A medida que he ido avanzando en mi correr minimalista he sido capaz de completar una serie de carreras, partiendo de una de 8km (mayo 2017) hasta un trail de 15km (desnivel +600 en febrero de 2018). Los ritmos también han ido siendo más y más rápidos, debido a un entrenamiento más o menos concienzudo. Efectivamente, mis músculos (incluido el corazón) estaban empezando a funcionar como un reloj suizo, hasta el punto de llegarme a plantear correr medias maratones o incluso algún maratón, tanto en asfalto como por montaña. Me sentía fuerte, que el cuerpo respondía.

Con lo que no contaba es con que tengo un ligero problema en la refinería (el hígado) que se encarga de gestionar todos los residuos que el ejercicio genera. Si cuento, además, con que la mayoría de ese entretamiento ha sido robado de mis horas de descanso nocturno (principalmente), la ecuación empieza a desequilibrarse.

Mis prioridades vitales no son el entrenamiento, así que, visto lo visto, las grandes y épicas carreras, así como los altos ritmos de competición, se quedan ya bastante lejos de mis aspiraciones.

Lo que sí puedo seguir aspirando es a correr y a vivir descalzo o minimalista.