Por qué y para qué correr

Después de casi 5 meses minimalista, he sido capaz de correr mi primera carrera con sandalias, me siento fuerte, a gusto, y ahora el cuerpo me pide dar un poco más de caña.
Pero esto no me ha salido del todo gratis; algunas cosas de mi tiempo han cambiado considerablemente.

Antes de lanzarme a tumba abierta a por un reto imposible, o que trastoque el resto de mis valores, me replanteo la pregunta principal:
¿Por qué estoy corriendo?
¿Qué busco con ello?
Además de la salud ¿hay algo inconfesable detrás?
Mejor hacerlo patente para poder gestionarlo y manejar bien las prioridades.

Lo mismo para el minimalismo/descalcismo, ¿qué busco con ello?
Es cierto que, de momento, me está viniendo muy bien, pero ¿será efecto placebo?

De vez en cuando conviene parar y mirar hacia dónde quiero llegar, por si hiciera falta cambiar el ritmo.

Los cheques de la mente

Hoy he visto un documental que me ha hecho pensar, y mucho, sobre mis motivaciones y mis aspirantes en esto del running.
No quiero ser spoiler, juzgad vosotros mismos.
https://youtu.be/6Q9Od07iVok

Me he quedado con una frase: "la mente emite cheques que el cuerpo no puede pagar". Hay que estar conectados con nuestro cuerpo.

Un buen foro descalcista

He encontrado un foro de gente descalcista/minimalista con el que compartir experiencias:
http://www.correrdescalzos.es

Igual que refiero allí mis entradas en este blog, considero de justicia hacerlo a la inversa.

Un saludo.

Venirse arriba... y caer de bruces

El viernes me vine arriba....

El jueves a mediodía había podido caminar un poco -15 minutos- por caminos de montaña con mis Merrell TG y las sensaciones fueron espléndidas (eso sí, en un terreno poco técnico); así que el viernes, decidí enfilar un camino un poco más difícil (mucha piedra suelta, con pendiente, etc) y durante media hora. Como las sensaciones al subir fueron muy buenas, decidí trotar un poco.... CRASO ERROR.
A eso se unió la bajada, con piedras sueltas y bastante pendiente.
Resultado... al llegar a casa, después de coger el coche, dolor en la parte baja trasera exterior de la pierna izquierda. Y me dolía también al caminar, y al bajar escaleras,...

La continua absorción de impactos al bajar, lo adelantado de las zancadas, no tener presente hacer pasos cortos ni la posición del cuerpo, y la intención de hacerlo trotando, formaron un cóctel explosivo.

Después de poner calor en la zona, ayer sábado intenté salir a correr muy muy suave en llano. Me seguía doliendo. El cuerpo me estaba diciendo que parara; así que toca una semana de reposo para esa zona (que no para el resto)

Me he caído de bruces, por venirme arriba. Dentro de una semana intentaré salir a correr.

Descalzo y sobre superficie dura

En una entrada anterior conté cómo me había hecho daño por mi "demasiada"entrega en la realización de unos ejercicios de entrenamiento. He intentado replicar aquellos ejercicios en el pasillo de mi casa. En lugar del césped en el que hice aquel entrenamiento, suelo "duro".
Debo decir que aquel día hice los ejercicios propuestos tal y como los habría hecho antes de ser minimalista, y en casa, presté mucha más atención a cómo ponía los pies en el suelo y a la flexión de las rodillas.
El miedo a hacerme daño (por la dureza de la superficie) me ha hecho ser más consciente de la necesidad de modificarlo todo. En cambio, la hierba me dio una cierta sensación de seguridad que me hizo confiarme (y hacerme daño). No sé en qué foro he leído acerca de este miedo, pero puedo corroborarlo.
Cuanto más dura sea la superficie, menos confianza, y más necesidad de que actúe TODO el sistema de amortiguación. Cuanta menos protección (ojo, sin pasarse), menos confianza.

Por qué correr, y por qué descalzo/minimalista

El otro día coincidí con un amigo runner y su equipo Drinking Runners  (aprovecho para felicitarlos por sus iniciativas solidarias) en el cauce del río Turia.
Al volver hacia casa, compartí camino con uno del grupo, y le conté mis inicios como corredor minimalista: desde año nuevo, nuevo en correr (hasta ahora no he corrido nunca en plan serio) y directamente minimalista (con sandalias de 5 mm de suela). Me hizo dos preguntas que todavía me están haciendo pensar: ¿por qué correr?, ¿y por qué minimalista?
No voy a responderlas, eso es cuestión de cada uno. Lo que sí quiero es compartir esas preguntas que nos hacen crecer como personas en la búsqueda de la respuesta.

Calma, calma

Esta semana me he pasado.

Me apunté a un entrenamiento del club 5 dedos (Valencia) y desde entonces, las molestias en el segundo metatarso del pie derecho han sido mucho más fuertes.
Con perspectiva, creo que me pasé en la entrega al hacer los ejercicios.

Desde el martes por la noche (día del entreno) hasta hoy, he mimado los pies. Masaje, crema antiinflamatoria, poco esfuerzo.

He dado un pasito hacia atrás: menos tiempo corriendo seguido (hasta el martes 10 minutos, hoy 3), y con un poco de protección (hasta el martes huaraches Enix 050, hoy Merrell trail glove). El pie derecho me ha dado las gracias.

Además, he podido hacer un poco de senderismo con las zapatillas (Merrell) y he notado cómo he ganado en propiocepción y en fortalecimiento de los dedos y los tobillos. En mi caso ha sido bueno para mitigar el dolor de metatarso, y para crear alternativas a mi técnica de carrera y de caminar.

Ah, llevo ya casi un mes en el que mis únicos zapatos son minimalistas, excepto en ocasiones especiales, para las que no tengo calzado (bodas, bautizos, eventos de etiqueta). 1 no echo en falta nada del tacón,y no tengo molestias al andar. 2 al ponerme mis zapatos antiguos me siento desequilibrado.

También observo que necesito alguien que me acompañe para no hacer barbaridades

Los pies son tu maestro

Tras dos meses y casi medio, me he dado cuenta de que los dolores que van saliendo son los que te enseñan cómo encontrar la manera.

Me dolía en la parte trasera baja de la pierna. Investigué y vi que se trataba del sóleo (no sabía dónde estaba hasta que me ha empezado a doler). Busqué cómo estirarlos, y volví a lo básico del barefoot. Poco a poco solucionado.

Me dolía en el final del metatarso del dedo índice. Volví a lo básico, cambio en la pisada, y ahora voy mucho más fluido y sin dolor.

Puedo decir que, tengo mono de salir a correr.

También he caído en el demasiado rápido, demasiado pronto. Así es como salen los dolores, buscando los límites.

A seguir, y cuidando y escuchando los pies, las piernas y el cuerpo.

20 de febrero. Casi 2 meses

El sábado pasado intenté probarme unas zapatillas de montaña de ésas que usaba antes.
Tras un mes minimalista, (en el que incluso he cambiado mis zapatos de diario), con sólo 15 minutos de paseo muy ligero me dolían las caderas y la parte baja de la espalda. ¡¡Volvía a los dolores que tenía hace 2 meses!!
Creo que estoy corriendo de la forma que dicen los manuales, y pasando, ahora, por la etapa de los callos en prevención de las ampollas. El secreto: ir poco a poco. No paso de los 15 minutos diarios, con tandas de como máximo 7 u 8 minutos.

El gran reto a solucionar ha sido cambiar (sí, cambiar) mi forma de caminar para adaptarla a los zapatos minimalistas que me compré. La mayor parte del ejercicio la hacemos de esa manera.
Tras ver un video de unos 30s (cómo caminar con zapato minimalista - Zami.es), he ido probando, y leyendo mucha literatura al respecto en inglés. Además, debo decir que mi cuerpo ha sido mi guía.
En el vídeo sólo daba 2 pistas:

1. Dobla las rodillas
2. Apoya primero el talón (sí, aquí no hay gran problema, al contrario que cuando se corre)

No lo he encontrado en ningún sitio, pero yo añadiría una tercera que he descubierto yo solito: Caminar erguido, buscando colocar el centro de gravedad justo debajo de las caderas. Sin querer, nos echamos hacia adelante; echarme un poco hacia atrás me ha permitido no cargar peso en los talones y ser capaz de reaccionar con todo el pie ante cualquier contratiempo.

Ayer, incluso, me permití el lujo de jugar un poco a baloncesto con mis zapatos minimalistas. ¡Menuda elasticidad en mis piernas!

Ahora, mis pies están empezando a ser un poco menos sensibles a la temperatura.

Diario 5 enero

Positivo: gano confianza, me atrevo a pisar (llevo sandalias) y no tengo frío en los pies. Los gemelos van mejor.
Negativo: paciencia para que las ampollas no salgan; además de correr, buscaré una técnica para andar y no pisar de talón cuando no esté corriendo.

Diario 4 enero

Ayer fui a comprarme unas sandalias minimalistas, junto con unos calcetines (por miedo al frío)
He intentado salir sólo con las sandalias y ha ido bien. Casi nada de frío. Eso sí, el ajuste tendré que ir buscándolo.
Es cierto lo que he leído: a pesar de la poca suela, se pierde sensibilidad; a cambio, estoy mucho más tranquilo en lo que se refiere a seguridad.
Hoy me duelen más los gemelos. ¿puede ser por la paliza de ayer con unas zapatillas con alto "drop"?
Lo cierto es que me duelen menos los gemelos descalzo que con esas zapatillas. Es como si llevara tacones.

Intento no excederme.
Experiencia agradable, que de eso se trata. Es importante relajarse antes de empezar.

Diario 3 enero

Ayer hablé con una fisioterapeuta amiga, y recomendó esta manera de correr; eso sí, sin prisas y escuchado al cuerpo. Me advirtió del dolor en los gemelos.
Es cierto, las agujetas ahí duelen bastante.
Hoy he vuelto a salir como ayer, y he empezado a sentir algunos lugares donde me van a salir ampollas.
Me cuesta más andar para que no me duelan los talones, que correr.

Diario. 2 enero

Después de leer algunas cosas y de hablarlo con varias personas, me lanzo a salir a la calle.
Bajo la escalera de casa completamente descalzo, y por miedo al frío (y al qué dirán) me pongo unos calcetines.
Noto el suelo, cada rugosidad.
Intento fijarme en la nueva manera de correr.
Poco tiempo, apenas 10 minutos. Pero es la primera vez